Arlindo de Souza es un brasileño que ha llevado peligrosamente al límite su cuerpo y ahora es el hombre con los bíceps más grandes del mundo.
Pero no llegó a ese estado con esfuerzo y duro trabajo, sino que se inyectó en sus brazos una sustancia que contiene alcohol y aceite.
Arlindo es un albañil de 43 años de edad.
Según los médicos, hacer este tratamiento puede causarle múltiples abscesos en el tejido muscular, lo que puede llevar a amputaciones.
Arlindo cuenta que uno de sus amigos murió hace poco meses por abusar de estas sustancias y que si el contrae alguna enfermedad se someterá a lo que digan los doctores.
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